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Daniel Muñoz
Veí de Centre


Mediante este escrito, quiero dar relevancia a la labor de tantas personas, padres y madres, y a sus respectivos hijos e hijas; que cada año llenan de actividad desinteresada las instalaciones de nuestra ciudad, y que conforman una parte muy importante del tejido asociativo de Sant Feliu. Es muy importante, y hay que destacarlo; el dinamismo que aportan todas las entidades deportivas, cómo de manera desinteresada movilizan a cientos de niños y niñas cada fin de semana para la respectiva competición o partido, y cómo todo esto aporta un sentimiento de ciudad dentro de cada una de las personas implicadas.


Si recuperáramos, de alguna manera, lo que suponía la temporada deportiva, podríamos realizar una serie de afirmaciones como las que a continuación pretendo exponer.

Una de las cosas que más se echa de menos en la temporada estival, es la cantidad de padres que los sábados y domingos por la mañana intentan aparcar, de cualquier manera, cerca de las instalaciones deportivas; debido a que tienen que llevar a sus respectivos hijos e hijas al partido que corresponde. Que no se entienda como una crítica, todo lo contrario, ya que yo mismo continuo siendo uno de "esos" cuando realizamos la convocatoria de mi equipo.

Si usted, como padre o madre, sufre este síndrome, éste no es otro que el síndrome del INICIO DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA DE LAS ENTIDADES. No se preocupe por su estado, lo único que hay que hacer es madrugar, llegar de los primeros, hablar con los padres de su entidad en cuestión, ubicar a todos los jugadores a los que sus padres no han podido llevar -porque ese día trabajan-, y un largo etcétera que nos llevaría varias páginas.

También los protagonistas principales de ese día, los niños y las niñas que van a competir, padecen una especie de síndrome, pero con otro tipo de síntomas, que no todos los padres conocen; los síntomas del PRE PARTIDO. Sus mecanismos de defensa, no son otros que: levantarse de la cama dos horas antes, ya que no se quiere llegar tarde al partido, revisar varias veces la mochila por si se les ha olvidado algo "imprescindible" para el partido -esos calcetines idénticos como los que se pone Juan Carlos Navarro, o esas botas de fútbol igual que las de Mecí-, y preguntar una y otra vez al padre o a la madre “¿cuándo salimos para el partido?”. El síndrome pre partido, tiene también un componente nervioso, que se suele curar una vez acaba el partido


Con este texto, solo quiero enfatizar estas dos figuras tan importantes, como son los padres y los hijos que comienzan sus actividades deportivas; para animarlos de corazón, a que bajo ningún concepto -aunque caiga una multa por mal aparcamiento-, se desvíen de este camino, para que continúen ayudándonos a aprender todos los conocimientos y valores de convivencia y amistad, que se ganan con la práctica del deporte. Como dijo Juvenal, "mens sana in corpore sano”.